-
Ricardito... ¿Cómo te llamas?
-
Kayto (Decía con na cara inocente.)
Esta inocencia la fue conduciendo hábilmente para convertir la sucia sociedad reinante en un mundo divertido y surrealista , burlándose de aquellas estupideces adultas. Sumergido en un mundo de fantasía infantil, recorre el mundo con globos de espada ... espada, espada, espaaaaaaadaaaaaaaaaaa... Y unas carcajadas que nadie puede olvidarlas, una vez oídas.
Kayto, aquel pequeño soñador, se ha convertido en un gran hombre ,capaz de regalar humanidad a cualquier niño que se lo pida, grande o pequeño.
Jimul